Buscando lo imposible en el espacio (última parte) Los Canales Marcianos

De forma tradicional, Marte siempre se ha visto como un planeta desierto, un lugar sin agua líquida en el que todo está seco y lleno de arena, como si fuera un desierto terrestre. De hecho, tres cuartas partes de su superficie son regiones de un color anaranjado y brillante formado por piedras y arena.

Pero, ¿y si en realidad todo ello era producto de una sequía reciente? ¿por qué no podría estar el planeta habitado por marcianos que han agotado sus reservas de agua con el paso del tiempo? Eso es lo que pensaban los creadores y seguidores del mito de "los canales marcianos".

Los canales marcianos

Todo empezó en 1877, cuando un astrónomo italiano llamado Giovanni Schiaparelli creyó ver unas extrañas líneas alrededor de Marte. Estaba perplejo frente a lo que veía con su telescopio, pero sin embargo allí estaba: Una especie de surcos rectos figuraban en la superficie del planeta sin motivo aparente. Giovanni apuntó rápidamente su nuevo descubrimiento y los llamó "canali". Esta palabra italiana puede significar tanto conductos naturales como artificiales. El astrónomo no dio ninguna opinión sobre su naturaleza, únicamente se limitó a decir que una especie de surcos rodeaban la superficie marciana.

Sin embargo, cuando el estadounidense Percival Lowell se encargó de investigar el asunto, directamente los clasificó como canales de origen extraterrestre, descartaba cualquier posibilidad de origen natural. Alguna civilización inteligente y avanzada debería estar moldeando el planeta a su gusto.

Este aficionado a la astronomía estadounidense dedicó buena parte de su tiempo a estudiar estas supuestas pruebas de vida extraterrestre. Después de años explorando el planeta, Lowell elaboró unos mapas con la situación de los canales que él había observado. Para reforzar sus teorías, publicó tres libros dedicados a este descubrimiento de proporciones épicas, Mars en 1895, Mars and Its Canals en 1906, y Mars As the Abode of Life en 1908.

Pero Lowell no se quedó ahí. Al mismo tiempo que presentaba sus mapas, aportó su punto de vista sobre su extraña construcción. Según sus teorías, Marte había estado habitado en tiempos pasados por una floreciente civilización. Con el paso del tiempo, el planeta había empezado a carecer de agua, el auge de esa civilización se estaba esfumando con los ríos y océanos que debían de poblar Marte hace cientos de años.

Ahora, el planeta rojo estaba habitado por una civilización decadente y moribunda, que desesperada por recuperar la fertilidad en el planeta había puesto en marcha un plan fantástico: Crear unos grandes canales que transportaran el agua desde los polos (donde todavía quedaban reservas) hacia el ecuador, donde se daba la mayor sequía.

Efectivamente, para Lowell esos canales eran un método para transportar agua desde los polos hasta el ecuador, era la última oportunidad para repoblar el planeta, los marcianos debían de estar desesperados. Aunque parezca una teoría muy fantasiosa y difícilmente creíble, en esa época despertó furor entre toda la población, especialmente en los astrónomos y aficionados, quienes corrieron a sus telescopios para intentar observar esas maravillas tecnológicas.

Con la popularización de la teoría, algunos astrónomos empezaron a darle la razón y dijeron que ellos también estaban trazando sus propios mapas con los canales. Sin embargo, algunos extraños sucesos empezaron a suceder entre la comunidad científica: Los mapas trazados por los diferentes astrónomos no coincidían, eran diferentes unos de otros. También hay que destacar que la gran mayoría de los astrónomos directamente no creyeron en estas teorías y nunca llegaron a ver canales en Marte.

¿Cómo se puede explicar esto? Porque, evidentemente, esos canales no eran más que una mezcla de escasez tecnológica y mucha imaginación. Me explico: Los telescopios que se usaron para explorar todos estos canales eran unos aparatos bastante mediocres comparándolos con la tecnología actual. Las lentes de estos aparatos sufrían imperfecciones con frecuencia, así como pequeños arañazos o cualquier rozadura. Combinando todas estas imperfecciones tecnológicas con mucha imaginación y ganas de ver algo extraño en Marte, inevitablemente nos encontraremos con supuestos canales que cambian de lugar según quién los mire.

También hay que destacar que junto a esos dos factores, uno que también tuvo importancia fue la existencia de canales y fracturas geológicas de origen natural. Por supuesto, estas fracturas no eran tan abundantes y su origen era exclusivamente natural. Por ejemplo, por destacar algunos de estos canales, tenemos el Valle Marineris, una fractura geológica de 4.000 kilómetros de longitud y hasta 7 de profundidad.

Como ya supondréis, esta teoría se desmoronó por sí sola con el avance tecnológico y la mejora de los telescopios, que enseguida demostraron que ningún canal artificial poblaba el planeta. De nuevo, el afán por encontrar cosas extraordinarias llevó a la mente humana a ver cosas que realmente no estaban allí.

De todas formas, sería bueno mencionar que ya en el año 1907, el naturalista Alfred Russel Wallace publicó en su libro Is Mars Habitable? la prueba de que los canales eran falsos. En este libro se explicaba que la temperatura y la presión atmósferica de Marte eran demasiado débiles para permitir la presencia de agua líquida. Es especialmente loable esta demostración científica, ya que desmontaba el mito sin necesidad de echar mano a los telescopios.

NOTA: Los mapas que he adjuntado a esta entrada se pueden ver en mayor tamaño en sus respectivas fuentes, las cuales cito bajo estas líneas.

Fuentes

Canales marcianos - Alt64
Canales marcianos - La Cartoteca
1ª imagen
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4ª imagen

10 comentarios:

Pepe Cahiers dijo...

Es una lástima que lo viejos mitos marcianos se vayan desmoronando, con lo hermoso que hubiera sido tropezarnos con una civilización extraterrestre tan cercana.

José R. González dijo...

Coincido un poco con Pepe. Está claro que estas teorías de la cara y los canales no son ciertas, pero habría sido todo un acontecimiento tener tan cerca a otra civilización "avanzada". Un abrazo

Adrián J. Messina dijo...

Muy buena entrada, como siempre la imaginación y curiosidad del hombre no hace más que inundar nuestra torpeza.
Genial nota.

Alexandre Vaudeville dijo...

Hombre, pero suponiendo que haya habido vida alguna en marte podríamos suponer que una vez hubo atmósfera y agua y canales y una guerra lo arruinó todo... Muy fantasioso estoy, pero bueno los canales a lo mejor si son muy grandes podrían ser restos de construcciones subterráneas y... está claro que posiblemente de todo el sistema solar somos el único planeta con vida inteligente. Supongo...
¡Interesante recopilación!

Paquetolius dijo...

Coincido, una pena que Marte y Venus no posean grandes y azules mares, vegetación exuberante y atractivas nativas.

Vamos, que me hacía una nave espacial con los petardos de la feria y una escafandra con las gafas de buceo y no se me volvía a ver. Lo del frío no me preocuparía porque pensar en las atractivas nativas seguro que me mantenía bien caliente!

SE dijo...

Recuerdo la primera vez que vi Marte a través de un telescopio, tenía una mancha en el centro y mi hermano dijo que parecía un tanga. Ibamos con una asociación de astronomía, y poco a poco todos se fueron pasando a ver "el tanga de Marte" No sabemos qué era, pero se veía claramente la mancha en medio del planeta.

Claro que ninguno pensó que fuera cosa de los extraterrestres. ;)

Dani dijo...

Interesante historia. Dio mucho juego durante muchos años, lo de los canales era un punto.

En marte hay agua:

http://mars.jpl.nasa.gov/

Difrutad del enlace

Alive dijo...

Fascinante la historia.
Es curioso cómo esa idea descabellada de Lowell causó tanta relevancia en el mundo, aunque más curioso es aún como algunas personas, a pesar de todos estos datos, siguen creyendo en esta tontería (y en la de la cara de Marte y muchas más); lo raro es que la mayoría de esta minoría cree firmemente en esto, se auto-engaña... Pero, bueno, hay gente para todo.

Saludoss.

Cendrero (Adm. El Busto de Palas) dijo...

¡Hola! Gracias a todos por pasar por aquí.

@Pepe Cahiers y José R. González (respondo a ambos a la vez porque pensáis igual): Sí que sería bonito encontrarse con una nueva civilización (ojalá pacífica), sería todo un hito en la historia de la humanidad. Tanto científicamente como de forma más humana, el contacto con extraterrestres sería algo impresionante, una fecha para enmarcar. Pero, ante todo, la verdad debe de ser lo primero, y aquí está claro que no podemos ver pruebas de la existencia de marcianos.

@Adrián J. Messina: Como bien dices, la excesiva imaginación y nuestras ansias por encontrar vida nos acabaron jugando una mala pasada. Esperemos que a partir de ahora los datos se estudien con más rigurosidad y no vuelvan a salir falacias de este tipo. Aunque, cuando un ufólogo se empeña, es imposible convencerlo.

@Alejandro: Esta teoría conlleva muchas otras suposiciones pseudocientíficas que, como es evidente, son fantasiosas en extremo. De todas formas, también podría ser posible la vida sin necesidad de algunas de las cosas que consideramos imprescindibles. Quizás una forma extraña de vida no debería adaptarse a nuestro estándares de vida... en caso de que existiera claro :P

@Paquetolius: Claro que sí, sería un lugar de vacaciones idóneo y además se podría conseguir novias extraterrestres, qué lujo de planeta :D Y ya que estamos, empezamos a construir grandes hoteles y parques de atracciones, que no falten iniciativas ;)

@SE: Curiosa anécdota, la geografía de Marte tiene algunas maravillas geológicas dignas de ver. Y seguramente no verías ningún signo de extraterrestre porque no lo buscasteis, yo siempre digo que acabamos viendo en el cielo lo que nos apetece ver. Buena prueba de ello es el nombre de las constelaciones, en algunas es casi imposible ver el nombre asignado (por lo menos para mí).

@Dani: Ciertamente esta fue una de las teorías que más tiempo perduró, tuvo una buena aceptación entre los grupos ufólogos y de astrónomos aficionados. Hasta que fue desmontada.

Gracias por el enlace, ahora mismo lo exploro en profundidad. Según tengo entendido con el agua en Marte, lo que es seguro es que se encuentra en forma de hielo y vapor, pero no se sabe si en forma líquida (por ahora, se cree que no...). Aunque no se descarta la teoría de que en un pasado existiera agua en nuestro planeta vecino.

@Alive: Sí que es curioso, para mí es normal pensar que una teoría no desmentida por la ciencia puede ser real, pero una vez que ha sido destrozada con pruebas no tiene sentido seguir fingiendo. Este tipo de teorías sobre Marte se acaban cayendo por sí mismas en cuanto mejora la tecnología.

Gracias a todos.

Cendrero (Adm. El Busto de Palas) dijo...

Seguro que algún día algún valiente astronauta explora ese gran monstruo geológico, no lo dudo. Lo que sería posible a una escala de tiempo más cercana es la exploración mediante robots. Yo creo que en unas pocas décadas tendremos acceso a detalladas fotografías procedentes de robots que se dedicarán a explorar nuestros planetas vecinos con todo tipo de detalles. Es cuestión de avance tecnológico.

Y muy buena la fotografía que aportas, debería ser sorprendente ver algo así por uno mismo. Sorprendente :)

 

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